Como todos sabemos y estamos acostumbrados a leer y ver en las noticias, en los últimos días, España, al igual que varios territorios europeos, está sufriendo varias olas de calor sofocante durante este periodo estival.
Estas olas de calor, además de afectar a nuestras capacidades físicas, como pilotos de drones, con síntomas como: sudoración, deshidratación, cansancio etc… también tienen efectos negativos en las performances de las aeronaves, limitando en muchos casos los tiempos de vuelo y produciendo un descenso en su rendimiento y alterando la funcionalidad de los elementos electrónicos por los que están compuestos.
¿COMO INFLUYE EL CALOR EN EL RENDIMIENTO DE VUELO DE LAS AERONAVES?
Tal y como estudiamos en nuestros cursos de piloto de drones, la meteorología juega un papel fundamental a la hora de planificar las operaciones que mas adelante el piloto al mando se va a disponer a desarrollar.
Tanto en la aviación tripulada, como en la no tripulada, el piloto al mando de la operación, debe tener un conocimiento sobre los factores a tener en cuenta para ejecutar un vuelo dentro de las limitaciones meteorológicas que dictan los fabricantes de las aeronaves, según sus características especificaciones y diseños, por lo que, el piloto deberá analizar previamente elementos como: presión atmosférica, el viento y la velocidad del mismo, la humedad y temperatura (entre otros).
Las altas temperaturas del aire afectan a las fuerzas físicas que intervienen en el vuelo de las aeronaves, por lo que, el rendimiento de las maniobras aéreas puede verse afectado de manera muy negativa en los días de más calor.
Las peores condiciones meteorológicas para volar, están comprendidas en los meses estivales, ya que, cuanto mayor es la temperatura del aire, menor es su densidad, al haber menos partículas dispuestas en el aire, las aeronaves tienen una menor fuerza de sustentación durante el vuelo, por lo que los motores deberán ejercer una fuerza mayor para contrarrestar esta situación.
Además de la densidad del aire, otro elemento que juega un papel fundamental en el rendimiento y vuelo de las aeronaves es la presión atmosférica, siendo directamente proporcional a la densidad, es decir, a menor presión atmosférica menor densidad de aire.
Visto lo anterior, llegamos a la conclusión de que las mejores jornadas para realizar operaciones aéreas, son aquellas en las que tenemos temperaturas bajas con presiones atmosféricas elevadas.
En función de las condiciones meteorológicas previstas y el rendimiento de la aeronave encargada de la ejecución de la operación, es importante conocer y calcular cual es su distancia de despegue teniendo en cuenta la masa máxima al despegue y las condiciones o pronósticos atmosféricos el día de la operativa.
Actualmente este cálculo, se ha automatizado a través de softwares y programas específicos, los cuales resuelven y proporcionan un resultado acorde a sus variables de esta manera se simplifican las labores de los pilotos y de las personas encargadas de la ejecución del vuelo.
Todas estas condiciones atmosféricas adversas debido a las altas temperaturas, ha desembocado en la anulación de vuelos en diversos territorios debido al exceso de calor.
Por ejemplo, en 2017, la compañía American Airlines tuvo que cancelar medio centenar de vuelos que tenían previsto despegar o aterrizar desde el aeropuerto de Phoenix, en Arizona debido a la alerta por las altas temperaturas, alcanzando los 50 grados centígrados, en la región.
4 CONSEJOS PARA VOLAR UN UAS CON TEMPERATURAS ELEVADAS
- Realiza las operaciones aéreas fuera de las horas centrales del día.
- Opera bajo sombra.
- Evitar cambiar las baterías de manera sucesiva, da un respiro a tu dron entre vuelo y vuelo.
- Evita los vuelos largos, planificando tu vuelo previamente.
Si quieres saber más y adentrarte en este sector, tenemos a tu disposición el curso de piloto profesional de drones, en el que podrás estudiar con más profundidad cada uno de los conceptos aplicados en este sector, y obtener tu licencia europea para poder optar a alternativas laborales reales.